martes, 13 de marzo de 2007

Aproximándonos a una Primera Conclusión

El santo trasciende la palabra, el concepto y la imagen porque vive en un estado de gracia, que hace mas profunda su conciencia; se une al universo en lo profundo de su ser y eso lo hace penetrar el sentido esencial de los seres y las cosas.
Sai Baba como mínimo debe ser aceptado como un ser en la perspectiva antes descripta.
Posiblemente nadie pueda decir “es Dios” pero tampoco nadie pueda decir es un impostor o proferir insultos y agravios gratuitos.
Y nadie puede decir que es Dios simplemente porque nadie puede experimentarse como Dios, por lo menos eso nos sucede a la inmensa mayoría de los habitantes de este planeta. Vivenciarse de un modo total y absoluto, no un fraseo intelectual, una repetición de alguna doctrina o un estado patológico particular.
El santo es por si mismo, no por los demás. El santo no requiere de un consenso para serlo. Simplemente es.
El santo, es la certeza del amor, la fuerza de la fe, la visión del futuro.
El santo, es” maestro del amor” y trae una canción que pocos o muchos podrán oírla pero es por sobre todo servicio a la humanidad, conocimiento infinito y ratificación de todos los textos sagrados.
Es una canción dulce y dirigida al corazón de los seres y las cosas, por eso, esta mas acá de los conceptos y, por eso, es que un niño de doce años, puede mirar el rostro del santo y sentir que es amigable, que hay ternura, contención, alegría y dulzura.
Una madre que en medio de un mar furioso nos abraza y nos dice “no temas, estoy contigo todo será para bien, todo saldrá bien, refúgiate en mi y deja que todo pase; una madre que aun en medio de la oscuridad infunde seguridad y certeza del nuevo amanecer”
¿Sai Baba lo es, es una madre con estas condiciones? Me consta que si, me consta por lo que escuche en la india y fuera de ese maravilloso y sagrado país, me consta por lo que vi y me consta porque Gopal, desde niño; sin casi oír hablar de Sai Baba en mi hogar, a veces cuando caminábamos por algún parque en las primeras horas de la noche, me decía: “cuando Sai Baba cierra sus ojitos es de noche y cuando los abre, es de día; la luna y el sol son sus ojitos”
Sabiduría de viejo-niño; palabras que viajan con el viento y se las hacia repetir a un niño de cuatro años?
Se puede ser libre de pensar y sentir lo que se quiera de este suceso, pero es así y, así lo debo escribir; con imparcialidad y manteniendo mi perspectiva y autonomía de creencia y de devoción.
Pero debemos cuidarnos, un santo es maestro de las escrituras, es regulación, enseñanza; es sabiduría profunda; y quien pretenda quedarse con lo superficial, con las palabras gratuitas, solo esta expresando una limitación personal que al final del camino lo deja huérfano de toda orfandad.

¿Quien es Sai Baba?