miércoles, 14 de marzo de 2007

Creando un espacio para elevar la conciencia

Creando un espacio para elevar la conciencia

¿Quién es Sai Baba? Esta pregunta seguramente se la deben haber formulado algunos millones y otros tantos ya encontraron respuesta. Algunos mantenemos fidelidad a nuestra tradición y al mismo tiempo creemos en la necesidad de la pluralidad.En la veneracion y respetuosa reverencia a los seres sagrados y, muchas veces por nuestra posicion institucional, mantenemos en silencio nuestros intimos sentimientos.
Pero, a pesar de nuestras limitaciones, Dios sigue siendo Uno aun en la pluralidad.
Para aproximarse a una cierta respuesta, limitada y muy parcial se requiere a mi juicio de dos elementos:
1) Un conocimiento medianamente acabado del hinduismo como totalidad de una expresión multifacético, rica y muchas veces inabarcable y,
2) abstraer la imagen de Sai Baba de sus adherentes por no ser esta una fuente autoritativa; en última instancia es más confiable la propia experiencia a la aceptación de la militancia de los seguidores y, esto, para mí, es valido para toda religión, escuela o grupo espiritual.
La construcción comienza por los cimientos, por ello se hace necesario preguntarse una y otra vez cuánto conocemos de hinduismo, cuánto sabemos sobre las diferencias de matices que se pueden presentar en una misma corriente de pensamiento o escuela de yoga por ejemplo.
¿Qué es el hinduismo? Es un conjunto de creencias; esas creencias forman y conforman “sectas” y bajo la sombra divina de los Vedas; desarrollan sus prácticas espirituales para alcanzar la meta suprema: el conocimiento y vivencia del Supremo Absoluto, sea este con forma o sin forma. El hinduismo se define así mismo como el sanathana dharma o el eterno conocimiento; la eterna regulación que hace posible la existencia de todos los mundos.
La doctrina que Dios sea que los seres humanos y todo ser viviente cumpla.
El gran sabio y santo Vivekananda estableció las bases modernas para definir y acotar el significado del “ser hinduista.”
Pero primeramente, deseo expresar que la palabra secta que se utilizo mas arriba, no contiene elemento alguno peyorativo, la palabra secta se usa en nuestros países para denostar, criticar y condenar a todo grupo que piense diferente al mío, tuyo o nuestro. En la sagrada India, secta significa pluralidad, la necesaria pluralidad para que el hombre alcance su ideal espiritual de acuerdo a su tendencia personal y a los anhelos mas arraigados en su corazón.
El hinduismo es pluralidad y no se lo puede entender de otro modo. De otra forma, la suma de las diferentes sectas, o prácticas espirituales con base común en los Vedas, se considera Hinduismo. Y esta creencia esta tan arraigada en el alma del pueblo indio, que nadie jamás criticaría a la secta opuesta a la practica que tiene matices, porque no existe otro pueblo sobre la tierra, donde el concepto de pluralidad y de aceptación gozosa de las diferencia sea tan manifiesto como en la india.
Por eso es sagrada. Y por eso es ejemplo para el mundo.
Dicho esto, veamos resumidamente como delimita Vivekananda el “ser hinduista”.

Creencia en la expresión divina de los Vedas, los Puranas y Upanishad; que estos himnos primordiales es Dios mismo encarnado y es el fundamento del Sanathana Dharma, la religión eterna que no tiene principio ni fin.
Creer en el Ser Supremo Único y Múltiple que todo lo impregna.
Creer que el universo pasa por infinitos ciclos creación, preservación y disolución.
Creer en la ley del karma, la cusa y el efecto por la cual cada individuo crea su propio destino a través de su pensamiento, palabras y actos.
Creer que el alma reencarna, evolucionando a través de muchas vidas, hasta completar todos los karmas.
Creer en moksha, la liberación final de los ciclos de nacimientos y muertes.
Creer en la multiplicidad de seres divinos en los mundos superiores, que la adoración en los templos, los rituales y sacramentos (samskaras) y la adoración personal, crea una comunión con esos devas o dioses.
Creer que todas las vidas son sagradas y deben ser amadas y respetadas por lo tanto practicar “ahimsa”, no violencia.
Creer en el maestro espiritual (sat guru) como esencia para acceder a la práctica espiritual.
Creer que ninguna secta en particular o religión enseña el único camino a la salvación o liberación por sobre todas las demás, que todos los caminos genuinos son facetas el Amor y Luz de Dios y de los Dioses.

(Si se investiga se acuerdo a las diferentes tradiciones encontraremos variantes suaves de este mismo pensamiento, pero en esencia este es el fundamento)
Es decir, el creer con fe ilimitada en estos principios básicos y la practica de los samskaras, nos transforma en de “religión hinduista”
En el próximo apartado dedicare espacio a explicar los samskaras

Esto nos lleva a una reflexión: ¿es Sai baba Hinduista o, para expresarlo directamente, representa Sai Baba una fuente autorizada en la raíz del hinduismo?
Definitivamente si.
Nació en una familia respetada y fiel creyente en el Sanathana Dharma; cumplió con todos los samskaras (ritos estipulados en el hinduismo); vive como hindú, predica los vedas, habla con autoridad y conocimiento sobre los puranas y upanishad; celebra como un experto y supremo pandita, múltiples ceremonias, desde casamientos hasta el upanayam o entrega del gayatri mantra a niños hindúes que acuden a el para la ceremonia. Promueve el conocimiento de los vedas y celebra periódicamente grandes Yajnas o Fuegos sagrados con ofrendas y oblaciones estipuladas en los Sastras o escrituras sagradas.
Los indios que son sus adherentes, seguidores o aspirantes son hinduistas; si, porque cumplen con las tradiciones de sus respectivas sectas y también son devotos, seguidores o adherentes de Sai Baba y eso, en la india es perfectamente posible y hasta admirable para la inmensa mayoría de la población.
La india respeta que al individuo tenga un maestro espiritual y en esto no es relevante si la persona selecciona y acepta a Sai Baba o a Shirdi Sai Baba, al Kalki Avatar o a uno de los mas de 7 millones de sadhus, yoguis y gurus que hay en la India.
Pero deseo formular una pregunta inquietante. ¿Los peregrinos y visitantes de nuestros países occidentales, que leen a Sai Baba, visitan su ashram, obtienen su darshan (visión de su figura cuando camina o es llevado entre las multitudes) son hinduistas?
Mi respuesta es restringida, pienso modestamente que estamos en el plano de la admiración, de la adhesión emocional o intelectual, pero recordemos que para ser parte oficial del hinduismo debemos cumplir con los samskaras. Cuando investiguemos en los samskaras, la pregunta sobrevolara sin mayores comentarios.
Objeción: Si, pero la filosofía advaita (la creencia que todo es ilusorio y solo Brahmán Dios es real) rechaza todo formulismo y es universalista. El advaita no gusta hablar de religión sino de espiritualidad, por ejemplo, aunque pareciera que esta posición de algunas escuelas encuentra su fundamento en épocas más recientes y contemporáneas.
Respuesta: Es verdad, pero el advaita es una de los seis sistemas filosóficos derivados de los vedas y, lo cierto es que como mínimo se requiere de una iniciación formal en una de las tantas escuelas o sectas para “ser hinduistas”. En esto existe un consenso general.
También es verdad que un numero creciente de indios de religión hindú están realizando un esfuerzo supremo por restablecer la cultura vedica y se esfuerzan en introducir la sagrada practica del os samskaras en la sociedad.
Pero, y esto es lo importante y trascendente, la pluralidad permite que se acepte o no al visitante como hinduista sin samskara es parte del alma generosa y santa del pueblo de la india.
Lo que pretendo decir, es que los peregrinos que viajamos desde nuestros respectivos países, no solo vamos con nuestra carga emocional, nuestro conocimiento limitado al pensamiento de alguien que dice que el hinduismo es esto y esto y aquello; sino que el hinduismo es profundo, lleno de sabiduría y de conocimiento sagrado; una fuente inagotable.
Sai Baba ofrece a sus adherentes y seguidores, aspirantes y devotos esa posibilidad; cientos de panditas se reúnen y periódicamente imparten enseñanzas vedicas, se enseñan cantos vedicos litúrgicos, mantras; y cuanto conocimiento la persona buscadora sincera desea encontrar. Por supuesto hablo de individuos preparados y llenos de cultura vedica; no la oferta que pueda existir extra muro; fuera del ashram donde Sai baba construyo la residencia para que el mundo lleve su angustia y dolores como el maestro de la compasión que proclama ser.
De modo que Sai Baba ofrece al mundo un primer gran ejemplo, crea un espacio para la reflexión, para el encuentro con los aspectos mas positivos de nuestro propio ser; un lugar donde confluyen plegarias, rogativas y cantos de adoración.
En este sentido, cualquiera que viaje podrá analizar esta verdad y con esta observación, quedaría descalificada una importante cantidad de agravios que recibe de grupos de exceptivos negativos (yo me considero un escéptico positivo, es decir adherente a la verdad aunque expresarla, me cueste, debido a mis propios prejuicios).

Un santo genuino crea un espacio para elevar la conciencia de los que llegan a su tirtha o lugar sagrado; a su ashram o morada del maestro.

Todos los que leemos sucesivos agravios vía Internet, debemos recordar, que los que hacen esos despropósitos, algunas vez llegaron allí, a su ashram, cansados y agobiados por el peso del vivir; y Sai Baba les otorgo refugio y los consoló como ya se dijo, como la madre que trae sustento y seguridad en medio de la tempestad y, muchos de los que hoy acusan son los mismos que se fueron con mayor alegría, un caudal enorme de fortaleza capaz de transformar parte de sus vidas. Aunque esos dias ya lo olvidaron.
Un santo santifica el lugar donde vive; no hay lugares santos se dice en el medio Oriente, tu lo haces con tus acciones. Sai Baba con 80 años recibiendo almas afligidas, corazones lastimados, enfermos y, almas angustiadas, santifico su residencia y, este suceso es trascendente y no lo podemos negar. Como no podemos negar los sagrados thirthas del resto de la india, las moradas de otros maestros y de otros santos.
(Analizaremos mas adelante el caso de Prabhupada - solo por tomar un ejemplo, podriamos extenderlo a nuesra amada AnandaMay, Sri Muktananda o Krishnamurti o Sri Kaleshvara - y como el, esta incluido en las escrituras sagradas como el gran santo predicador desde cientos de años anteriores a su aparicion en este mundo)
¿Quién no visito el divino samadhi de nuestra amada AnandaMay en Kankal? ¿Acaso perdió santidad porque su cuerpo yace en la tierra? ¿El pequeño mandir que conmemora el Maha Gayatri Yajna de 1926 frente a su samadhi, no emociona aun hasta las lágrimas y llena el corazón de gozo y la paz desciende sobre los corazones?
Quienes lo visitamos con frecuencia, recordamos su mirada dulce, sus ojos oceánicos, la tibieza de su presencia: eso es un tirtha.
"Un thirtha es un lugar sagrado dodne lo sagrado te impregna y sientes qwue se conmociona toda tu vida y un cambio profundo puede suceder; un thirtha tambien es el lugar adecuado para realizar los samskaras, tu sat guru es el thirtha ideal; alli donde este tu maestro moras en el mas sagrado de los thirthas"
Un santo construye con su presencia y con su santidad un tirtha destinado a perdurar por siglos. Lo mismo sucede en Kanpur y el sagrado tirtha de Sri Gayatri, allí esta el samadhi de un yogui de varios miles de años, devoto de la Madre, aun hoy, sientes como una extraña y dulce energía eléctrica recorre tu cuerpo cuando visitas ese espacio sagrado.
Debemos concluir que Sai Baba construyo un Tirtha en el lugar de su residencia y en ese tirtha se exponen las altas verdades vedica por los expertos eruditos de la cultura vedica. Y ese sagrado thirtha que es su residencia debe ser venerado y respetado por el conjunto de los adherentes y miembros del hinduismo.